Todos sabemos que la Actividad Física es beneficiosa para el
corazón, ya que favorece a mantener su fortaleza y eficiencia, además de
prevenir enfermedades
graves. Por ello vamos a ver los cambios que se producen en el cardiaco
muscular mediante la Actividad Física.
• LA FUERZA DEL CORAZÓN
Como cualquier músculo, el corazón puede fortalecerse mediante el ejercicio. La práctica regular de actividad física permite que las fibras musculares del cuerpo se conviertan en grueso y resistente. Esto es de fundamental importancia para su funcionamiento, porque le permite bombear más sangre con cada latido realizando menos esfuerzo. Al mismo tiempo, se reduce la grasa del músculo del corazón y también la de las arterias.
• CAMBIOS POSITIVOS
Cuando haces ejercicio, tu corazón aumenta el volumen sistólico, que es la cantidad de sangre que sale a las arterias. También aumenta el ritmo cardíaco, ya que los músculos demandan más oxígeno que cuando están en reposo. En el mismo tiempo, es mayor que la fuerza de la contracción muscular y el flujo sanguíneo, y como resultado de todo esto el músculo cardíaco aumenta su volumen.
Cuando se adapta al ejercicio, el corazón aumenta su tamaño físico y se fortalece. En adición, aumenta la elasticidad favoreciendo a una circulación más fluida. El número de glóbulos rojos y hemoglobina también experimentan un aumento que es beneficioso para el organismo.
• LA FUERZA DEL CORAZÓN
Como cualquier músculo, el corazón puede fortalecerse mediante el ejercicio. La práctica regular de actividad física permite que las fibras musculares del cuerpo se conviertan en grueso y resistente. Esto es de fundamental importancia para su funcionamiento, porque le permite bombear más sangre con cada latido realizando menos esfuerzo. Al mismo tiempo, se reduce la grasa del músculo del corazón y también la de las arterias.
• CAMBIOS POSITIVOS
Cuando haces ejercicio, tu corazón aumenta el volumen sistólico, que es la cantidad de sangre que sale a las arterias. También aumenta el ritmo cardíaco, ya que los músculos demandan más oxígeno que cuando están en reposo. En el mismo tiempo, es mayor que la fuerza de la contracción muscular y el flujo sanguíneo, y como resultado de todo esto el músculo cardíaco aumenta su volumen.
Cuando se adapta al ejercicio, el corazón aumenta su tamaño físico y se fortalece. En adición, aumenta la elasticidad favoreciendo a una circulación más fluida. El número de glóbulos rojos y hemoglobina también experimentan un aumento que es beneficioso para el organismo.
¿Cuál es la
actividad física más recomendada para obtener beneficios a nivel del corazón?
La respuesta es sencilla: la aeróbica. Correr, montar en bicicleta, nadar son buenos ejemplos de este tipo de actividad. Te recomiendo que practiques estos ejercicios tantos días como sea posible por semana, entre 30 y 60 minutos. Tal concepto es ampliamente apoyado por la comunidad médica sobre la base de evidencia científica concluyente.
• PREVENCIÓN DE LAS ENFERMEDADES
Actividad física de moderada a intensa y practicada regularmente reduce notablemente los riesgos de contraer la enfermedad cardíaca coronaria, que consisten en depósitos de placas de grasas dentro de las arterias. Estos depósitos hacen las arterias sean más estrechas, dificultando un óptimo flujo sanguíneo y propiciando la aparición de coágulos de sangre.
Además, la actividad física ayuda a controlar el colesterol y triglicéridos y aumenta el llamado “colesterol bueno” (lipoproteínas de alta densidad). También ayuda a mantener los niveles adecuados de glucosa e insulina, alejando la posibilidad de padecer diabetes tipo 2, y disminuye las concentraciones de proteína C reactiva, que puede aumentar las probabilidades de sufrir enfermedades coronarias.
La respuesta es sencilla: la aeróbica. Correr, montar en bicicleta, nadar son buenos ejemplos de este tipo de actividad. Te recomiendo que practiques estos ejercicios tantos días como sea posible por semana, entre 30 y 60 minutos. Tal concepto es ampliamente apoyado por la comunidad médica sobre la base de evidencia científica concluyente.
• PREVENCIÓN DE LAS ENFERMEDADES
Actividad física de moderada a intensa y practicada regularmente reduce notablemente los riesgos de contraer la enfermedad cardíaca coronaria, que consisten en depósitos de placas de grasas dentro de las arterias. Estos depósitos hacen las arterias sean más estrechas, dificultando un óptimo flujo sanguíneo y propiciando la aparición de coágulos de sangre.
Además, la actividad física ayuda a controlar el colesterol y triglicéridos y aumenta el llamado “colesterol bueno” (lipoproteínas de alta densidad). También ayuda a mantener los niveles adecuados de glucosa e insulina, alejando la posibilidad de padecer diabetes tipo 2, y disminuye las concentraciones de proteína C reactiva, que puede aumentar las probabilidades de sufrir enfermedades coronarias.
Como puedes ver,
el realizar actividades físicas con regularidad proporciona enormes beneficios
tanto para tu corazón como para el resto de tu organismo. Así que es un buen
momento para activarte.
¡RESPIRA SALUD CONTRIBUYE A TU BIENESTAR!
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